La Dirección de Comunicación de la Junta de Castilla y León organizó hace unos días un encuentro con todos los gestores de las redes sociales del Gobierno autonómico, profesionales de otras Administraciones Públicas y medios de comunicación. Expusimos y compartimos el modelo de trabajo que desarrollamos, las novedades de la quinta versión de nuestra Guía de usos y estilo en redes sociales y aprendimos nuevas tendencias de la mano de colegas de primer nivel de Twitter España y de Novagob. Herramientas, recursos, tendencias, pero gran parte de esa jornada giró en torno a la coincidencia en la necesidad de armar una estrategia sólida para cualquier organización, empresa o medio, con rumbo claro y nítido.
La gestión de redes sociales públicas ha sido noticia estos días por el cambio de Gobierno nacional y, en consecuencia, por las novedades en enfoque, tono y estilo de las cuentas gubernamentales. Algunos de los cambios han sido notorios y tales transformaciones han ocupado debate ciudadano y mediático: nombres propios, patinazos o salidas de tono. Sinceramente creo que este revuelo resulta positivo para cualquier ciudadano y para quienes nos dedicamos a estas tareas, pues se evidencia la necesidad de una estrategia bien diseñada para todo un Gobierno –no exclusivamente cuentas estelares- y la responsabilidad de comunicar para todos, sin colores. La gestión de las redes sociales de una Administración Pública no se improvisa de un día para otro y requiere análisis, diseño de estrategia y definición de rumbo, máxime cuando se comunica a y con la ciudadanía para trasladar –nunca lo olvidemos- información de servicio público. Necesitamos un buen equipo de profesionales con la mejor estrategia.
Si tuviéramos la tentación de utilizar algún símil deportivo en estas fechas resultaría fácil recurrir al fútbol, pero quizás en este caso, también por fechas y la búsqueda del mar, el remo se ajusta mejor. El remo en trainera. Gestionar redes sociales se asemeja mucho a este deporte cantábrico: en un mar cuyas condiciones son constantemente cambiantes, necesitas una buena embarcación y una mejor tripulación. Hay un patrón que guía a trece compañeros que pese a sus puestos parecidos en la bancada desempeñan distintos roles. Todos reman, sí, pero unos marcan el ritmo, la intensidad y el estilo de cada palada. Otros, como el proel, la pericia para agilizar una maniobra crucial, pero hasta para acometer una ciaboga y conseguir que la trainera gire rodeando una boya, todos ellos son fundamentales para ser eficaces en ese cambio de rumbo. Es un deporte duro y exigente que requiere analizar constantemente el estado del mar para que la proa del barco siempre apunte hacia el mejor lugar.
Que ningún futbolero se desanime y recordemos qué ha ocurrido en este Mundial de Fútbol 2018 con aquellas selecciones cuya estrategia era un nombre, una estrella de otra galaxia, casi irrefutable y omnipotente. Ahí está la respuesta: para gestionar redes sociales denme un equipo, una buena tripulación, una galaxia y no un galáctico.
Alejandro Salgado Losada
Director de Comunicación