Recientemente ha arrancado en la sección de Gobierno Abierto de nuestra web un nuevo apartado de contenidos dedicado ahora a la transparencia. Un paso más en el camino que a lo largo de estos meses venimos recorriendo en la implantación de un proyecto de Gobierno Abierto para Castilla y León, en el que por fortuna siempre hemos tenido a mano este blog como el mejor sitio para explicar a los que nos seguís en qué y cómo hemos trabajado, y, desde luego, qué pretendíamos con ello.
Primero fue el portal de datos abiertos, una gran plataforma disponible de información útil para los ciudadanos y para las empresas, más tarde abrimos un espacio para la participación de los ciudadanos en proyectos normativos y de gestión de especial relieve, y ahora mostramos a través de estos indicadores de transparencia los principales datos y contenidos que al ciudadano y a la opinión pública pueden interesar sobre la actividad que desarrolla nuestra administración, sobre cómo se organiza y gestiona, cual es su coste económico, cómo se utilizan los recursos públicos que maneja o quienes, en último término, son sus responsables administrativos o políticos.
Y es que creo que esta nueva forma de trabajar, más cerca del ciudadano, que supone en definitiva el proyecto de Gobierno Abierto constituye una iniciativa llena de futuro para quienes trabajamos en la administración pública en la medida en que Gobierno Abierto es también para nosotros Administración Abierta, y lo es muy especialmente además en este ámbito de la transparencia en la actuación de los poderes públicos.
En realidad, este nuevo apartado de transparencia es el resultado de la voluntad de “enseñar las tripas” de nuestra administración, de mostrar de la manera más ordenada posible, más comprensible, más fácil de entender por quienes no sois expertos o no estáis habituados al lenguaje y a la forma de trabajo de la administración el conjunto de su actividad diaria, que hemos agrupado a través de sus cinco grandes conceptos: información institucional básica, relaciones con la sociedad, transparencia contable, presupuestaria y financiera, transparencia en la contratación y ordenación del territorio, urbanismo y medio ambiente.
Y es que es muy importante, para legitimar y dar sentido a nuestro compromiso profesional como empleados públicos, especialmente en estos momentos, tener la voluntad de mostrar nuestro trabajo y que haya una Administración Abierta a que se conozca, y a que se valore, o critique por supuesto, ese trabajo en el que se concreta el esfuerzo que realizamos miles de empleados públicos, sanitarios, docentes o personal administrativo, para ofrecer a los ciudadanos de Castilla y León unos servicios públicos de calidad de los que todos podamos sentirnos orgullosos.
Vicente Cuadrillero Martín
Dirección General de Análisis y Planificación
Consejería de la Presidencia
Si su concepto de FUNCIONARIO es el de «vago – enchufado que vive a costa de mis impuestos» y SE ALEGRA de las congelaciones de sueldo, recortes estatales y de los nuevos recortes de sueldo de los gobiernos autonómicos a los funcionarios, déjeme recordarle que, entre otras cosas:
. SI ESTA ENFERMO y necesita asistencia (más le vale que no, porque tal como están las cosas o es rico o se muere) le atenderá un funcionario.
. SI TIENE que renovar o gestionar cualquier documento público, (por el que tendrá que pagar tasas a partir de la nueva LPG) le atenderá un funcionario.
. SI TIENE HIJOS en edad escolar, tiene que gestionar las matriculas y las becas (cada vez más difíciles), y que les eduquen y les cuiden, lo hará un funcionario.
. SI NECESITA solicitar una subvención, o una ayuda, o una pensión, o una prestación de desempleo o de cualquier otro tipo, le atenderá un funcionario.
. SI NECESITA una licencia, un permiso, o cualquier otra autorización, le atenderá un funcionario.
. SI NECESITA seguridad o protección frente a delitos o ataques personales, le atenderá un funcionario.
. SI NECESITA que le gestionen su demanda o su denuncia, y busca justicia, le atenderá un funcionario.
. SI POR DESGRACIA sufre un incendio o inundación en su vivienda, o cualquier problema que requiera de ayuda urgente, le atenderán funcionarios.
Además ha de considerar, que un funcionario no ha conseguido su puesto de trabajo fijo «a dedo», sino que previamente ha tenido que estudiar para obtener una titulación y después superar unas pruebas de acceso que le
han costado unos cuantos años de estudio y sacrificio, y que algunos tenemos salarios mileuristas, y que nuestra única ventaja es tener un trabajo estable (hasta un nuevo «decretazo» probablemente).
Como el resto de los ciudadanos ese funcionario TAMBIEN PAGA hipotecas o alquileres, gas, luz, gasolina y demás impuestos que nos tocan a todos, y si a ese funcionario le recortan el sueldo, para ajustarse a su nueva situación económica, es probable que entre otras cosas:
. DEJE de tomarse el cortado o desayunar en la cafetería donde trabaja usted o algún familiar suyo.
. DEJE de comprar ropa, zapatos, juguetes, etc. de la tienda donde trabaja usted o algún familiar suyo.
. DEJE pendiente para algún año más, cambiar la pintura o cualquier reparación en la casa que no sea urgente, y
que posiblemente seria realizada por la empresa de usted o de algún familiar suyo.
. DEJE de salir los domingos a comer con su familia en el restaurante donde trabaja usted o algún familiar suyo.
. DEJE de viajar en la compañía aérea o marítima donde trabaja usted o algún familiar suyo.
. DEJE de reservar el fin de semana en el hotel o casa rural donde trabaja usted o algún familiar suyo.
. DEJE de gastar más de lo estrictamente necesario en: Alcampo, Carrefour, Mercadona, El corte ingles, Eroski, Leroy Merlin, Decathlon cetc., donde trabaja usted o algún familiar suyo.
Y que en consecuencia, ante la bajada de ingresos de estos negocios, el empresario tenga que despedirle a usted o algún familiar suyo (con una indemnización infame gracias a la nueva reforma laboral), o si usted es el empresario con el tiempo posiblemente se verá obligado a cerrar.
Créame estimado ciudadano que YO NO ME ALEGRARE cuando eso suceda, intentaré seguir atendiéndole con la mayor calidad que pueda en el servicio público que usted demanda y que yo también pago con mis impuestos.
Y lo que es más importante, déjeme recordarle que los banqueros, políticos, presidentes, ministros, consejeros, y demás altos cargos de este país y de esta comunidad autónoma, NO SON FUNCIONARIOS.